Comencé a modelar desde los 15 años, me inspire en comentarios de mi mamá:  “Eres bonita, sé que te encantará el mundo del modelaje, deberías de intentarlo”. Tomé clases de modelaje, fui entrando poco a poco y conforme el tiempo paso descubrí que me apasionaba por qué completamente puedes ser tu, a qué me refiero con esto, a qué cuando estás allí nada importa, puedes ser la persona más tímida , egocéntrica, pero cuando tú sales a pasarela no tienes límites, barreras condiciones, eres solamente tu, entonces se convirtió en mi pasión favorita y que además me da la oportunidad de conocer diferentes diseñadores, modelos, marcas, estados, y me reditua monetariamente.

En lo personal me considero una persona bastante tímida, no tan sociable, sin embargo soy muy alegre, pero cuando estoy allí en plataforma es una sensación indescriptible, es una adrenalina que solo la vives en ese momento, eres tú caminando, dando la proyección a cualquier tipo de ropa, maquillaje o peinado.

La pasarela que considero más difícil, fue la primera, era pequeña tenía 16 años, vino una diseñadora mexicana, Lydia Lavín:

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La marca LYDIA LAVÍN surgió en el 2005 con la propuesta de crear moda mexicana contemporánea, emanada del trabajo de investigación realizado por Lydia Lavín con el Instituto Indigenista para la preservación de técnicas textiles indígenas mexicanas y la Universidad Iberoamericana.

Todos los shootings me encantan, la mayoría son hermosos, cada diseñador y maquillistas siempre tienen ideas muy originales, pero hay uno en particular que tiene demasiado sentimiento para mí que fue en una campaña de fotógrafos, uno de ellos era de Nueva York, la locación fue en Ciudad de México en el parque Chapultepec, nos tocó lluvia, de la misma manera el que otra parte del mundo ponga su magia y sus diferentes técnicas…

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